AM
es el quinto disco de los Arctic Monkeys. Fue lanzado por el grupo inglés en
septiembre del año pasado y desde entonces fue aclamado y premiado por los
críticos del Reino Unido, tan acostumbrados a buscar “la mejor banda del mundo”.
Solo puedo decir que es un disco que me gustó mucho más que los últimos dos,
“Humbug” (2008) y “Suck And See” (2011), aunque no como los primeros, Whatever People Say I Am, That's What I'm Not (2006) o Favourite Worst Nightmare
(2007). La banda suena más ajustada que en estos discos, se nota un cambio de
estilo en las letras y en las melodías, lejos de la distorsión y los relatos de
la vida monótona de un grupo de jóvenes de clase obrera de una ciudad industrial
como lo es Sheffield. El grupo que encabeza Alex Turner cambió hasta su manera
de vestir, y ahora se parecen a los viejos grupos de rockabilly de los años 50.
Más
allá de los cambios estéticos, lo importante es la música y en este disco las
letras tienen una impronta mucho más personal. En “Do I wanna Know?”, el tema
que abre el disco, Alex Turner dice algo así como “Ever thought of calling when you've had a few? Cause I always do”
o sea “¿Alguna vez llamaste cuando estas borracha? Porque a mí me pasa siempre”.
AM intenta parecerse a otros discos de ruptura como “Blood on the tracks” de
Dylan o más recientemente, “21” de Adele, pero no siempre lo logra, aunque
logra momentos de referencias a borracheras causadas por el desengaño amoroso.
Como en “N°1 Party Anthem”: “Drunken
monologues, confused because It's not like I'm falling in love I
just want you to do me no good”
(Hablando borracho, confundido porque no me gusta estar enamorándome y solo
quiero que no me hagas bien). Estos temas
y otros como “Fireside” dicen que Turner los escribió a partir de su separación
de la VJ y modelo Alexa Chung, pero el resultado es desparejo. El disco tiene
otro rumbo, la explosión de guitarras nunca llega (algo raro en un disco en el
que Josh Homme esta invitado) y tal vez en futuros discos nunca llegue. Los
Arctic Monkeys ingresaron en la madurez y no les importa demasiado si el mundo está de acuerdo con este cambio.
