“Quizás hoy me pueda encontrar,
quizás hoy pueda volar” era una de las líneas de “Tiempo”, canción que integró
el primer long play de Arco Iris.
La
banda integrada por Gustavo Santaolalla (guitarra y voz), el egipcio Ara Tokatlián
(vientos), Guillermo Bordarampé (bajo) y Horacio Gianello (batería y percusión)
tuvo su comienzo en 1968 en la localidad de El Palomar. Santaolalla había estado componiendo temas en
inglés, estilo que abandona cuando conoce a Danais Winnycka (Dana), quien se
convierte en guía espiritual de la banda caracterizándose, desde ese momento,
por su misticismo hippie y consagrándose como pioneros en la integración de
instrumentos folklóricos al Rock. Arco Iris fue mucho más que una de las bandas
más importantes de su época, guiados por Dana, conformaron una comunidad que se
regía por estrictas normas naturistas: estaba prohibido el consumo de carne,
alcohol, drogas y también el sexo.
En 1970 ganaron el Festival Beat de Mar del Plata con su hit “Blues de Dana” haciéndose más conocidos aún y consiguiendo un contrato con el sello RCA. Más adelante, en 1972 presentan su ópera “Sudamérica, o el regreso de la Aurora” en el estadio del club River Plate ante 12.000 personas, convirtiéndose en el primer grupo en tocar en ese lugar, el cual luego seria, a partir de los años 90’, el máximo escenario para los grupos más importantes del rock Argentino. Uno de los hits más recordados de la banda es “Mañana Campestre” lanzada por primer vez en el álbum “Tiempo de resurrección” (1972). Años más tarde, en 1979, lanzaron el disco “Mañana campestre”. Para ese tiempo, Gustavo Santaolalla ya había abandonado la banda y todos sus miembros habían abandonado la Argentina para radicarse en Estados Unidos, donde fue grabado el álbum. Éste reúne varios temas tradicionales de la banda («Mañana campestre», «Vasudeva» y «Sudamérica»), con otros nuevos lanzados como simples.
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