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Canción de Cancha

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lunes, 28 de abril de 2014

La marca del Virrey

Román y el gol. Gentileza "Jugador N°12"
En el día Domingo 27 del presente mes, Boca, después de mucho tiempo, goleó, gustó y jugó frente a un Arsenal carente de ideas y de juego. Desplegando juego los 90 minutos, Boca salió con la misma intensidad, en ambos tiempos. La Bombonera se vistió de gala en la noche de ayer para recibir a quienes la llenaron de gloria. El Titán, el gran Martín Palermo, el máximo goleador de la historia xeneixe, ahora sentado en el Banco del equipo de Sarandí, fue también ovacionado. Y la gente no escatimo en aplausos a quien defendió el arco tantas veces, y a quien fue dueño de la defensa durante mucho tiempo. Hablamos del Roberto "el pato" Abbondanzieri, y de Rolando Schiavi. A este último se le hizo entrega de una plaqueta en reconocimiento. 


Minuto 0. Sonaba el silbato de un domingo nublado a las 18:15 horas. Primer jugada el partido. Contra de Boca, pase vertical de Fede Bravo, el Puma que cubre la posesión y le da un pase justo a Erbes, quien entró solo enfrentando a Campestrini a los 56'' segundos del primer tiempo. La pelota entraba despacio por el arco visitante y ya en ventaja Boca se acomodaba frente a un rival que dió ventaja en todo el sector izquierdo.Sin embargo, al minuto 16' Echeverría empató con un zapatazo en el borde del área chica tras un rebote mal despejado. Igualmente, un penal trasnformado en gol de Riquelme hizo que Boca se vaya al descanso 2 a 1 arriba.
El segundo tiempo fue un total dominio "Xeneixe". Colazo y Gigliotti (nuevamente de penal) llevaron el equipo a un 4 a 1 contundente y merecido. El segundo de los del sur de Buenos Aires lo marcó Furch, tras un desentendimiento entre Forlín y Orión. Igualmente, el equipo fue totalmente superior. Manejo la posesión, mas remates y llegadas. 
Se mostró un Boca compenetrado, un Riquelme encendido, una cancha que parecía vivo aclamando por la continuidad del 10. De los mejores partidos del último tiempo. Todo el equipo jugó de regular para arriba. Este es el camino, estas son las ganas, estos son quienes quieren salir campeones y hacer historia. De aquí en mas, solo se permite mejorar. 

miércoles, 2 de abril de 2014

Pendiente Negativa

Y se vuelve a lo mismo. No se encuentra la regularidad. Como si fuese una aguja en un pajar, Boca sigue sin encontrar el rumbo para conseguir la victoria. Y no hablamos de errores arbitrales, sino de un equipo que no se levanta. Una gloria que parece haberse acostado y se esta estancando. 2 a 1 contundente contra el Canalla en el "gigante de arroyito" fue lo que dejo la fecha 11 para el equipo de la ribera. 
Un primer tiempo explosivo, con actitud, con ganas, mostrando una cara positiva tras dejar una pálida imagen contra River la semana pasada. El Xeneixe se extendió en campo rival desde el primer minuto, ya con una llegada de Erbes por el medio, cuyo disparo se alejó por poco. Otra vez agua de Sanchéz Miño, Insúa efectivo en el ataque pero no en la defensa, Boca sigue sin encontrar el equilibrio, caminando sobre una delgada cuerda que hace que el equipo se desentienda y no pueda hacerse firme en cancha. 
Ultimo cuarto del primer tiempo, pelota dominada en sector rival, un desborde de Insúa y un  desvío que Gigliotti aprovechó en off-side. Producción y generación de juego durante la primera etapa, y un declive masivo apenas la pelota se movió en los últimos 45 minutos. Los dirigidos por Miguél Ángel Russo salieron a por todas, a llevarse por delante a un Boca dormido, que no generó, que era pasivo. Niell primero, Donatti cerró después lo que fue la victoria del equipo de la ciudad de rosario. 
Esta vez, Rosario no le quedó cerca al Virrey. La regularidad como atributo no parece estar en los diccionarios de Boca. Bianchi tendrá que solucionar de manera urgente el problema de la desestabilización, el por qué el equipo sale desmotivado el segundo tiempo, el por qué de la no intensidad. 
Además de unos puestos que comienzan a cuestionarse, el dt tendrá que patear el tablero, reacomodar las fichas, y fundamentalmente, motivar. A no dormir los laureles, y a poner en marcha la maquinaria bostera que tanto caracteriza a Boca Juniors, que siempre que arrancó, fue imparable. 

lunes, 31 de marzo de 2014

La cara mala de la moneda

Boca Juniors y River Plate fueron los protagonistas de la décima jornada del futbol argentino, con el famoso “Superclásico”, donde el equipo de Núñez venció 2 a 1 al equipo del barrio de La Boca. Podríamos decir que lo más lógico era el empate. Pero la historia así no lo quiso, o no se quiso dar.
¿A quién le atribuimos las responsabilidades de esta nueva derrota? ¿Malos planteos tácticos, nuevos errores defensivos, malos arbitrajes? Lo que es cierto es que “El Xeneixe” perdió un partido histórico e importantísimo. Los errores de Pitana fueron claros, el primer gol en “Off-Side” (aunque no se lo percibe nítido), y el segundo de Ramiro Funes Mori, tras un corner que no fue (de también difícil apreciación). Igualmente, si no hubiesen dejado escapar a Lanzini, así como también no se perdía la marca de Funes Mori, la historia hubiese sido otra.
Por el lado del equipo de la Rivera, nos quedamos con un buen papel de Erbes y una joya de Riquelme, acariciando la pelota para el gol de Boca, con un tiro libre preciso al ángulo superior derecho de Marcelo Barovero, que acaricio la red de manera notable. La esperanza renacía de la mística futbolera en la Bombonera, pero los errores defensivos continúan siendo una constante.
Lanzini y Cavenaghi como referentes millonarios se hicieron fuertes en mitad de cancha a partir del segundo tiempo, donde Boca quizás arriesgo mas por ir a buscar el partido, y River, en una contra iniciada por Álvarez Balanta, consiguió sacar la primera diferencia. Barovero tapó una clara del burrito Martínez (que volvía a la titularidad) que hubiese significado otro desarrollo del encuentro.
La pelota nunca le llego clara para Gigliotti y a Sánchez Miño no se lo notó claro. Insúa tuvo un notable recorrido por la banda izquierda a la hora de atacar, pero sigue haciendo agua para defender. Si Bianchi quiere volver a ganar, tiene que empezar a trabajar lo defensivo. No se terminan de entender los centrales y los laterales hacen agua a la hora de la marca, obligando, tanto al “Cata” como a Forlín, abrirse para cubrir espacios, dejando libre el medio del área, que es donde mas le duele a Boca.

¿Conclusiones? Boca mejoró en lo futbolístico, pero continua con los fallos. Mejorar un solo aspecto no alcanza. Hay mucho por hacer, mucho por armar y mucho por aguantar al Virrey. Después de junio se hablará, pero Bianchi es un motivador nato, llevará a Boca por el buen camino. O eso se espera.