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Canción de Cancha

Canción de Cancha
Tus dos pasiones. Un lugar.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Sin Respuestas

No hay caso. No le encuentra la vuelta el equipo dirigido por nuestro querido Mostaza Merlo a esta situación complicada que es tan, pero tan similar al inicio del torneo pasado, que mete miedo. Y es que entre un campeonato y otro se sucedieron diversos técnicos con distintas formas de pensar y ver el fútbol pero con un común denominador: prácticamente los mismos jugadores..... quienes podrían patear la responsabilidad para un costado aludiendo que las diferentes estrategias y planteos que fueron cambiando no les favorecieron para encontrar una identidad, pero que ni siquiera con ese argumento podrían justificar los errores garrafales, básicos que cometen individualmente y que no son fruto de la instrucción puntual de ningún DT. Porque de a esta altura nadie les va a enseñar a anticipar un cabezazo o a patear un córner. Son cosas que el futbolista profesional debe tener innatas, aprendidas desde la niñez y los años de formación de inferiores. Y que hoy parecen, insólitamente, como cuestiones de las que se tiene que encargar el técnico. Y sinceramente si la gestión de este o de cualquier conductor que se haga cargo de este grupo deberá arrancar desde algo tan básico como explicarles cómo se debe tomar una marca, entonces muchachos estamos fritos.

Ni siquiera el debut con la camiseta celeste y blanca de Alvarado, la flamante incorporación en la defensa, pudo cambiar el rumbo de una defensa perdida. Y eso que desde el vamos RACING salía con intenciones de presionar arriba y forzar el error en la salida por parte del local para generar peligro. Pero la respuesta era rápida y dolorosa, porque a las espaldas de Corvalan y Saveljich se gestaba una disputa demasiado cercana al arco de Saja, que ya sufría con un remate de desde afuera del área por parte de Banega que daba en la base del palo derecho. El posicionamiento de La Academia se hacía muy largo y cedía muchos metros de terreno entre las líneas, que Newells aprovechaba a toda velocidad. De esa manera, a los 9´ llegaba el desborde (con auto pase incluído) de Isnaldo por la banda, ganándole en velocidad fácilmente a Gómez y metía el centro al corazón del área por donde entraba el juvenil Ponce para ganar la posición a los dos centrales y definir sin problemas. Aparte de que la línea defensiva de RACING quedaba mal parada en su totalidad, también se sumaban los errores individuales en el resto del equipo y por momentos se hacía sumamente difícil gestar una jugada de más de dos pases. En medio de esa confusión, Alvarado lograba sacar un tiro bombeado que Guzmán pudo a sacar al corner. Minutos después desbordaba De Paul por izquierda y el golero leproso volvía a responder bien, sacando un remate complicado, fuerte y al primer palo.

Para el complemento Mostaza indicaba, del mismo modo que en la primera etapa, a Hauche y Viola presionar bien arriba la salida del local, pero todo era pura voluntad y amontonamiento, sin ninguna idea clara y poca habilidad individual para resolver. A pocos minutos, Campi le bajaba el balón a De Paul en la puerta del área pero el remate iba a las manos del arquero. El equipo rosarino no dejaba de estar al acecho de una contra que le permita liquidar el pleito, pivoteando bien con Banega que generaba el juego a los costados. Rápidamente Merlo empezó a mover el banco haciendo debutar a Guillermo Hauche en lugar de Ibañez y poco después sería Vietto quien ingrese al campo en reemplazo de Gabriel Hauche. Pero nada cambiaba: llegaba un nuevo tiro de esquina para el equipo de Berti desde la derecha y por enésima vez La Academia perdía en el juego aéreo, esta vez con un frentazo de Heinze que pasaba pegado al poste. El control casi absoluto del circuito de juego era del \"leproso\", que seguía moviendo a lo ancho de la cancha y buscaba con mucha paciencia la generación de huecos en la defensa para romper la línea de cuatro albiceleste. La visita sólo trataba de aprovechar alguna equivocación en ese toqueteo de Newells para generar alguna contra, pero ninguna prosperaba porque morían en la ingenuidad de un equipo que no se agrupa, que se hace largo, ancho y muchísimos otros calificativos que se puedan dar a un equipo que, por ejemplo, mete un contragolpe en mayoría numérica y termina perdiendo el balón solo, sin que tenga que intervenir ningún jugador contrario y sin siquiera lograr entrar al área.

Se venía un cambio polémico: Camoranesi por De Paul. Si bien no estamos hablando de que el joven enganche haya tenido un buen partido, no deja de ser llamativo por la necesidad imperiosa de llevar la pelota hacia arriba y de desequilibrar en el juego ofensivo que tenía el equipo. Resulta difícil entender cómo Mostaza interpreta que ése era el cambio adecuado y no sacar por ejemplo a uno de los 5 (Campi, por ejemplo) relegando un poco la marca en el medio pero jugándose una última ficha a la búsqueda del empate.
Y por supuesto, no paso nada..... ni con el manejo de Camoranesi, ni con las ganas de Hauche (que sobre el final ensayó una vaselina que estuvo cerca), ni con el enojo de Vietto. Nada de eso sirvió para torcer la historia y evitar el segundo tanto, tras un error garrafal de Zuculini en el medio, perdiéndola de manera ingenua y un peor intento de cierre de Corvalán que la dejó boyando en el medio, servida para que el recién ingresado David Trezeguet le pegue con clase por sobre toda la defensa y un Saja adelantado para darle fin al cotejo y decretar la sexta derrota en ocho partidos para un RACING errático, pálido, sin respuestas. Esas que necesita URGENTE para evitar que la preocupación actual se convierta en un grandísimo problema.

Por Sebastián Panza (Integrante de Racing o Nada)

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