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Canción de Cancha

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lunes, 24 de marzo de 2014

Una victoria para tomar envión hacia el Superclásico

Con una gran actuación de Daniel Villalva, River derrotó 2 a 0 a Lanús en el Monumental. El Keko destrabó el partido con una asistencia a Fernando Cavenaghi en el primer tiempo y una gran jugada en la etapa final.
   Luego de una semana turbulenta, con el adicional de un tweet del presidente Rodolfo D’Onofrio que decía “No se vive del pasado. Vivamos el presente y el futuro. El domingo hay que ganar”, Ramón Díaz llega más aliviado hacia el partido ante Boca. Su equipo no jugó bien, pero pudo haber ganado por más goles sobre el epílogo del partido.
   Mientras en el Santiago Bernabeu, Real Madrid y Barcelona desplegaban un juego maravilloso, en Núñez se veía un primer tiempo cargado de imprecisiones. En los minutos iniciales, sólo hubo una chance para Lanús, en la que Diego González tuvo en dos oportunidades la ventaja en el marcador pero Ariel Rojas y Jonathan Maidana se lo impidieron.
   A pesar de manejar la pelota, el equipo de Guillermo Barros Schelotto no fue incisivo y terminó pagando sus errores a los 35, cuando Villalva agarró la lanza, armó una jugada magistral y le dejó servido el gol al Torito, que suma cuatro goles en el campeonato. River había hecho poco y nada, necesitaba una individualidad para abrir el juego y la encontró en el Keko.
   El segundo tiempo tuvo el mismo panorama que el segundo, Lanús buscó en desventaja el empate y River esperó el momento indicado para cerrar el juego. El Granate tuvo su gran chance por medio de Lautaro Acosta que estrelló el travesaño con un tiro desde el área chica, luego de un centro de Ismael Blanco.
   Sin embargo, la historia se iba a cerrar. En un contragolpe certero, Villalva se encontró en una posición inmejorable (¿y en offside?) para definir con clase y lejos del alcance de Agustín Marchesín. Desde ese instante, el equipo de los mellizos perdió la brújula y pudo haber sufrido más goles en contraposición a su búsqueda del descuento. De todas maneras, la nota del final la dio un niño que entró al campo de juego y “gambeteó” a un efectivo de seguridad.
   Con poco brillo pero con la alegría de llegar al Superclásico con una victoria y de estar a sólo cuatro puntos de los líderes, River buscará quebrar la racha nueve encuentros sin éxitos como visitantes y de diez años sin triunfos en la Bombonera. Además, el gran desempeño del Keko abrió la duda del regreso de Teófilo Gutiérrez. Está más que claro que no son sólo tres puntos.

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