River se llevaba un valioso empate de Córdoba que lo dejaba
en la punta, pero Fernando Echenique convalidó un gol que no existió y dejó
al equipo de Ramón Díaz un punto debajo de los líderes.
Salvo la victoria de San Lorenzo, los resultados previos le
daban a los visitantes un escenario excelente para sus ilusiones de pelear por
el título, pero se desmoronarían todas con el pitazo final del árbitro, al
menos por esta jornada. En el Torneo Final 2014, los líderes tienen 21 unidades
y el último, Arsenal, 10. Entre once puntos se separan en la fecha 12 todos los
20 equipos. Por esta razón, la victoria era de suma importancia, dado que ahora
muchísimos conjuntos aspiran llegar al campeonato y en caso de continuar así,
serán cada vez más.
Teófilo Gutiérrez fue protagonista de las dos emociones del
primer tiempo, obviamente por una buena y por una mala acción. A los trece
minutos, fue quien regaló la pelota en el mediocampo para que provenga el
centro desde la izquierda de Juan Quiroga hacia la cabeza de Jorge Velázquez y
estampe la ventaja para los cordobeses; mientras que un ratito después, fue el
encargado de marcar el empate con una jugada polémica en la con la pierna
elevada le punteó la pelota a Juan Carlos Olave –de pésima salida- para
convertir con el arco prácticamente libre.
El resultado estaba equilibrado, pero los ánimos de River de la etapa
inicial fueron diezmados por la lesión de Cristian Ledesma, el amo y señor del
círculo central.
Como si fuera poco, las malas noticias para el futuro
próximo del Millonario seguirían llegando en el segundo tiempo. Éder Álvarez
Balanta debió ser reemplazado por Ramiro Funes Mori por un fuerte golpe que
sufrió en la rodilla, mientras que Manuel Lanzini y Jonathan Maidana recibieron
la quinta tarjeta amarilla. En cuanto al transcurso del juego, los visitantes
tuvieron varias chances para definir el juego. La opción más nítida fue una
chilena que intentó Fernando Cavenaghi tras un pase de Gutiérrez que dejó a
Olave en el piso. Ramón Díaz optó por Juan Carlos Menseguez para acompañar a
Teófilo que también desperdiciaba ocasiones, pero tampoco pudo inquietar.
En los últimos minutos, Belgrano creció con el ingreso de
Fernando Márquez y comenzó a asediar el área rival. Y a los 40, llegó la jugada
de la que se hablará por toda la semana, un tiro débil de Lucas Zelarayán que
no pudo controlar Marcelo Barovero en primera instancia, pero sí en la línea
del arco. El juez de línea no había corrido hacia la mitad de la cancha
señalando el gol, pero Echenique tomó la decisión de marcarlo como válido desde
una posición muy complicada. No habría tiempo para mucho más, River se quedó
derrumbado por el golpe anímico del “gol” de los cordobeses, y no pudo generar
una sola situación de peligro para igualar.
Ramón Díaz y Ricardo Zielinski coincidieron en que debe
utilizarse la tecnología para estos casos. No puede pasar más tiempo, el límite
llega cuando es gol una jugada que nunca entró. Que la AFA tome nota.
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